Testimonio Cano
¿Qué es lo que hacemos?, musical, teatro, interpretación, o quizás la pregunta sea otra,
¿Qué ve la gente?.
Desde que las luces se apagan y Pilar camina con paso rápido y dudas en su cabeza, nadie se imagina escuchar y quizás menos aún, todo lo que a continuación sucederá, ¿o quizás sí?.
Yo me pregunto si toda ésta gente que musical tras musical se agolpa en las puertas una hora antes de la actuación, si toda esta gente que corre por situarse en un lugar bueno dentro de las parroquias, de teatros, si ésta gente en verdad sabe lo que va a ver.
Sigo preguntándome, ¿esto se nos está yendo de las manos? ¿Por qué atraemos a tanta gente?. En Cieza, Abarán, Bullas, quizás es lógico que la gente acuda, somos conocidos, pero en Abla, Archena, Murcia,El Algar, Alhama, etc, etc. ¿Quién nos conoce?.
Es entonces cuando se me empiezan a despejar dudas, si, y solo me entra en la cabeza una palabra que, musical tras musical, vosotros mis compañeros tenéis siempre en boca “evangelizar”, solo de ésta forma hacemos que como la pólvora, corra de boca en boca los que dentro de estos lugares sucede, lo que transmitimos a las personas que acuden y, que ellos así lo hacen llegar a los demás, personas de los más variado que yo ni me podía imaginar, sacerdotes de cualquier rincón, seminaristas, personas enfermas, personas que han perdido recientemente a un ser querido, matrimonios, mayores, jóvenes, niños…
Cuando voy a algún concierto, casi al final el cantante se despide para que la gente le vuelva a pedir otra y así volver a salir, todo está preparado, y cuando todo termina la gente desfila sin más, en teatros y tras la obra la gente se marcha con más o menos comentarios de lo visto, pero en nuestro caso veo infinita diferencia, nuestro público nos aclama desde el interior, ese interior que en otros lugares no se toca, se entremezclan con nosotros para agradecernos lo visto, quieren besar tocar y besar a Jesús, le dicen a Judas lo malo que es, a María de su sufrimiento, a Juan y Magdalena lo dulce de sus voces, y a todos y cada unos de nosotros lo que les hacemos llegar a cada uno de ellos, y eso es debido al convencimiento que vosotros habéis puesto desde el principio.
Después de actuaciones con escenarios por los cielos (nunca mejor dicho) y que sería necesario paracaídas, de escenarios sin escaleras, de escenarios que si te descuidas un poco te caes, etc, etc, todo esto se queda en nada después de ver la satisfacción de vuestras caras, de ver que “vuestra catequesis” ha llegado y de qué forma , que os sentís llenos de plenitud y, eso para mí es cojonudo. Quizás yo sigo sin vivirlo como vosotros pero os doy las gracias por acogerme y dejarme que yo también lo viva a mi manera.
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